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Brotes, germinados o sprouts


No hay nada más sano, fácil y que de más emoción y orgullo que germinar semillas en casa. Nosotros lo hacemos muy a menudo con lentejas, semillas de soja, garbanzos, semillas de rábano y semillas de alfalfa.

Los brotes, o también conocidos como germinados o sprouts, son un alimento vivo y con alto valor nutritivo. Las vitaminas de las semillas germinadas se multiplican muchísimo durante la germinación aportando lo máximo de ellas.

Son muy bajos en calorías, ya que contienen gran cantidad de agua y el contenido de fibra es superior al de otras hortalizas, legumbres y cereales.

Por lo general, los brotes son consumidos crudos y otras veces, dependiendo si el grano que elegiste es una legumbre, deben ser cocinados de forma muy rápida. De esta manera, las vitaminas que aportan estos brotes quedan en gran parte intactas y su textura permanece crujiente.

Los brotes de semillas de guisantes, lentejas o los de garbanzos deben ser siempre hervidos o cocinados al vapor muy brevemente (6 a 8 minutos) antes de consumirlos, ya que éstas legumbres contienen sustancias indigeribles, las cuales se perderán al momento de entrar en calor. Luego, para que no pierdan su color y para parar la cocción, los debes meter inmediatamente del agua caliente en un recipiente con agua con hielo. Cuando se hayan enfriado escurres todo el líquido y utilizas el germinado de la manera que más te guste.


LAS PRINCIPALES SEMILLAS O GRANOS QUE SE UTILIZAN SON:

Cualquier semilla de leguminosa o grano de cereal puede ser germinado, sin embargo, los más conocidos por su textura y por su buen sabor son los brotes de legumbres como la soja verde, la judía mungo y la alfalfa, la de cereales como el trigo o la cebada y los de berro, rábano, calabaza, girasol, lino y sésamo.


Aquí te damos la descripción de algunas de las semillas y granos que nosotros normalmente germinamos en casa:

  • Las semillas de soja:

Los brotes de la soja son de color blanquesino y miden alrededor de 3 a 5 cm. de largo. Aportan menor cantidad de calorías que su semilla y a diferencia del aceite de soja, estos brotes contienen proteínas, carbohidratos y mucha fibra. Poseen muy poca grasa y no contienen colesterol. Además tienen mucha vitamina C, ácido fólico y una buena cantidad de clorofila.

Los brotes de soja se comen crudos y se pueden consumir solos o sazonados con aceite, mostaza, sal y limón.

Tienen un sabor ligeramente ácido y jugoso y se utilizan generalmente en ensaladas frías. Sin embargo, son un acompañante perfecto en sopas, cremas y purés, y salteados en un wok o una sartén son muy sabrosos.

Su consumo regular ayuda a mantener una correcta coagulación de la sangre ya que los brotes contienen una buena cantidad de vitamina K. Mantienen el sistema nervioso en óptimas condiciones y ayuda a las personas que padecen anemia. Por su alto contenido de fibra, beneficia la digestión.


  • Brotes de alfalfa:

Se trata de plantas muy pequeñitas y delgadas del grosor de un cabello que miden alrededor de 4 a 6 cm. de largo y tienen dos hojas pequeñas y verdes. Tienen casi un 35% de proteína, además de tener todos los aminoácidos esenciales para nuestro cuerpo. Son especialmente ricas en vitamina C, en vitaminas A, D, E y K, y además en hierro, calcio, magnesio y potasio.

Estos brotes se comen crudos, tienen un sabor a nueces dulces muy fresco y al morder son bien crujientes.

Nos encantan como relleno en los sandwiches, dentro de una ensalada de papas, en platos que lleven huevos, en mantequilla de hierbas y mezclado en el requesón o en el queso crema.


  • Brotes de garbanzos:

Los brotes de los garbanzos tenemos que cocinarlos al vapor o en agua muy brevemente (6 a 8 minutos) antes de consumirlos. Luego para que no pierdan su color y para parar la cocción los debes meter inmediatamente del agua caliente a un recipiente con agua con hielo. Tienen sabor a nueces frescas. Sin embargo, es importante que no los dejemos germinar muchos días, ya que se pueden poner algo amargo.

Es de destacar que tienen un alto contenido de ácido fólico, hierro y fósforo, y como la mayoría de las legumbres, contienen vitamina A, B, C, D y E, al igual que mucha fibra.

Se preparan como ensaladas sazonando los brotes con aceite de oliva, vinagre de Jeréz, mostaza, cebolla, pimientos, ajo, sal, azúcar y pimienta. También sirven como decoración en sopas, cuscús y arroces o dentro de un sandwich.


  • Brotes de rábano:

Al germinar, las plantitas son de aproximadamente 5 a 8 cm. de largo. Se consumen crudos y tienen un sabor fuerte, intenso y picante y mientras más tiempo las dejes creciendo, más fuertes en sabor se pondrán. Tienen una cantidad significativa de fibra y aportan vitaminas A, B1, B2, C, niacina, y minerales como el hierro, potasio, calcio, magnesio, sodio y fósforo.

Son perfectos dentro de sandwiches y en ensaladas, con quesos, en mantequillas de hierbas, con queso crema y con ricotta o requesón son tremendamente sabrosos.


  • Brotes de girasol:

Estos brotes germinan de la semilla de girasol sin cáscara y miden aproximadamente 2 a 3 cm. Aportan mucho hierro y proteínas e incluso la semilla contiene grasa que es muy beneficiosa para corregir los niveles de colesterol en la sangre.

Se comen crudos y tienen un sabor fuerte a nueces y es perfecto en ensaladas de frutas, en cereales y mezclado dentro de un yogurt natural.


  • Brotes de lentejas:

Los brotes de lentejas sin pelar son de aproximadamente 2 a 3 cm. de largo. Su sabor es ligeramente dulce y picante por lo que son perfectos para hacer ensaladas bien sazonadas. Tienen un alto contenido de proteínas y carbohidratos, lo que le da mucho valor nutritivo. También aportan vitaminas del complejo B, vitamina A, minerales y especialmente hierro.

Los brotes de esta legumbre deben ser cocinados al vapor o en agua muy brevemente (6 a 8 minutos) antes de consumirlos, ya que de forma cruda, son muy difíciles de digerir. Luego para que no pierdan su color y para parar la cocción los debes meter inmediatamente del agua caliente a un recipiente con agua con hielo. Cuando estén fríos los puedes utilizar como más te guste.

Puedes germinar lentejas de varios tipos, ya que todos juntos hacen una buena armonía a la hora de servir el plato y de comerlo.

Sintonizan perfectamente en sopas, guisos, como relleno en pedazos de carne o en quiches y en tartas saladas o simplemente disfrutarla como una ensalada dentro de una rica vinagreta.


COMO GERMINAMOS LAS SEMILLAS:

  • Primeramente y lo más importante es que para hacer un hidrocultivo casero debemos tener en cuenta que las semillas que vamos a utilizar se compran generalmente en tiendas naturistas o en tiendas donde vendan semillas para germinar en casa y que sean aptas para consumir por humanos. No debemos, en ningún caso, utilizar semillas para sembrar en el jardín, ya que éstas normalmente están tratadas químicamente.

  • Los recipientes que vamos a utilizar deben ser transparentes para que a las semillas les llegue luz de sol. No importa sin son de vidrio o de plástico, pero NUNCA de metal. En algunas partes se consiguen recipientes especiales para hacer brotes en casa. Sin embargo, si no los consigues o no los tienes, no dejes de hacer tus brotes. Siempre tendrás algún recipiente en tu cocina que puedes utilizar para este fin.

TE DAMOS ALGUNAS IDEAS:

◊ Un frasco de mermelada con su tapa:

A la tapa le abres huecos para que le llegue aire a los brotes, haya ventilación dentro del frasco y para que al lavarlos puedas drenar el agua de una manera rápida, segura y sin problemas.


◊ Una ensaladera y un pedazo de film plástico de cocina:

En la ensaladera colocarás tus brotes que tendrás que lavar dos veces al día, cubres el recipiente con el film plástico y le abres algunos huequitos para que permanezca todo fresco y ventilado.


◊ Cualquier recipiente plástico de los que vienen cuando compras tomates o fresas:

Igualmente abre huequitos en la tapa del envase y listo.


  • Debes cubrir el fondo de tu recipiente con solo unas 2 a 3 cucharadas de semillas o granos como máximo. Recuerda que los brotes crecerán y necesitan espacio para hacerlo.

  • Antes de comenzar a germinar las semillas, debes dejarlas cubiertas con agua fresca para que las semillas se humedezcan bien y se ablanden. Abajo te damos un cuadro donde podrás encontrar el tiempo de remojo para cada tipo de semilla.

  • Pasado este tiempo, escurre bien las semillas en un colador y las enjuagas varias veces con agua fresca.

  • Coloca las semillas en el recipiente que vayas a utilizar. Tapas el recipiente con film plástico de cocina o con su tapa, que siempre deben tener huequitos para que haya ventilación dentro del recipiente.

  • Coloca el recipiente con las semillas en un lugar fresco, donde tenga bastante claridad, pero que no le pegue directamente el sol.

  • Las semillas deben ser lavadas 2 a 3 veces al día. Trata de no dejar agua acumulada dentro del recipiente, ya que las semillas se podrían podrir y no saldrían los brotes.

  • Después de unos días tendrás los brotes seguros y con la garantía de que los puedes consumir sin ningún problema.

EL TIEMPO DE REMOJO Y LOS DÍAS DE GERMINACIÓN:


Germinacion


Si deseas tu mismo puedes hacer tu propia mezcla de semillas, lo único que debes tener presente es si las semillas que has elegido tienen el mismo tiempo de remojo y el mismo tiempo de germinación. Te damos varias ideas bien sabrosas: Germinar semillas de sésamo con semillas de quinoa, o lentejas con soja verde, o semillas de alfalfa con semillas de rábano, son semillas que sintonizan muy bien.

Solo debes recordar que los brotes de legumbres los debes hervir en agua o cocinar al vapor muy brevemente (6 a 8 minutos). Luego, para que no pierdan su color y para parar la cocción los debes meter inmediatamente del agua caliente a un recipiente con agua con hielo. Luego, cuando estén fríos, escurre toda el agua y puedes consumirlos como mejor te gusten.

¡Una vez más te deseamos mucho éxito con tus brotes, que tengas buen provecho y hasta la próxima !!!


10 comentarios en «Brotes, germinados o sprouts»

  1. Pingback: Bao - enharinado.com

      1. Hola Caro Al Sur! Claro que puedes germinar semillas de calabaza. Estas deben ser preferiblemente las semillas verdes que tienen un sabor a nuez. Déjalas en remojo unas 12 horas, luego bota el agua y deja germinar durante dos a tres días como máximo, ya que sino los brotes se ponen amargas. Lava y escurre bien dos veces al día (cada 12 horas). Puedes comerlas crudas que saben mejor. Saludos 😉

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