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Albóndigas de albaricoques

90′ ¦ 6 personas (ración aporta aprox. 330 calorías) ¦ dificultad

¡Nos vamos al centro de Europa, a un viaje por Austria a degustar un postre delicioso y muy delicado!

Se trata de unas riquísimas albóndigas de masa suave de papas, que se asemeja mucho a la masa para preparar ñoquis (del italiano gnocchi), rellenas de albaricoques con un corazón de mazapán y cubiertas por una capa crujiente de nueces, las cuales son finalmente emplatadas sobre un espejo de mermelada casera de albaricoques.

Es en Austria, principalmente en la región de Wachau y Venosta, donde se les conoce con el nombre de “Marillenknödeln” y en Alemania como “Aprikosenknödeln” si son rellenos de albaricoques, y si tienen su centro de ciruelas se les conoce como “Zwetschenknödeln”.

Vamos a aprovechar que estamos en época de albaricoques para preparar esta receta tan sabrosa.


INGREDIENTES:

  • 500 gr. de papas de variedad harinosa (las que se utilizan para hacer puré)
  • 2 yemas de huevo
  • 100 gr. harina de trigo todo uso (sin leudante)
  • 50 gr. de harina de sémola dura (si no la tienes, puedes sustituir por harina de trigo todo uso)
  • 40 gr. de azúcar glasé o nevazúcar
  • 6 albaricoques maduros
  • 40 gr. de mazapán (puedes sustituir el mazapán por 6 terrones de azúcar)
  • 50 gr. de nueces o almendras molidas
  • 6 cucharadas de mermelada de albaricoques
  • sal
  • agua para cocinar las albóndigas
  • papel de aluminio para envolver las papas

Tablas de equivalencias de ingredientes de tazas a gramos y viceversa.

Tabla de calorías.

Utensilios que puedes necesitar para esta receta.


PREPARACIÓN:

Precalienta el horno a 200ºC / 400ºF (arriba y abajo).

Lava las papas y no las peles ni las cortes. Envuelve cada papa en un trozo de papel de aluminio.

Cuando el horno esté a la temperatura deseada, coloca las papas en la rejilla del centro y hornea durante 60 minutos o hasta que al introducir un palito de madera, éste entre con suavidad.

Cuando las papas estén listas, sácalas del horno, las desenvuelves y las pelas con mucho cuidado porque están muy calientes.

Pasa las papas todavía calientes por un pasapuré o presa para purés.

Mezcla el puré de papas con las yemas de huevo, la harina de trigo y la harina de sémola dura hasta que todos los ingredientes estén bien distribuidos en la masa.

Corta un poco los albaricoques para sacar las semillas, cuidando de que no se separe la fruta. En el mismo lugar donde estaba la semilla, coloca una bolita de mazapán o si no, un terrón de azúcar, y vuelves a cerrar cada albaricoque. Reserva.


En una olla grande, hierve abundante agua con sal.

En una superficie limpia y enharinada, amasa la masa de papas y forma un cilindro grande. Divide el cilindro en 6 partes iguales y formas 6 bolas del mismo tamaño. Si la masa se te queda pegada a las manos, enharínalas un poco.
Con tus dedos, aplasta cuidadosamente cada bola de masa en una de tus manos, coloca en el centro un albaricoque relleno y comienza a cerrar la albóndiga. Cuida de que queden bien cerraditas, para que no se deshagan al momento de meterlas en el agua.


Cuando el agua esté hirviendo y tengas todas las albóndigas listas, introdúcelas en el agua caliente, bajas la temperatura del fuego, de manera que el agua no hierva, si no que esté a punto de hervor. Esto es importante para que las albóndigas no se desarmen.

Deja cocinar por 15 a 20 minutos dándole vuelta a las albóndigas de vez en cuando para que no se peguen del fondo de la olla.


Mientras se cocinan las albóndigas, muele las almendras o nueces. Tuéstalas un poco en una sartén sin nada de grasa. Remueve constantemente y está muy pendiente, ya que se pueden quemar muy rápidamente. Aparta de la hornilla una vez que sientas su aroma y mezclas inmediatamente con el azúcar glasé o nevazúcar. Coloca en un plato llano grande.

Con la ayuda de una espumadera, saca las albóndigas del agua, las escurres bien, las colocas sobre las nueces o almendras y las volteas hasta que tengas las albóndigas totalmente cubiertas.

Calienta un poco la mermelada de albaricoques en el microondas.

Sirve aún calientes en un plato llano. Dibuja un espejo de mermelada en el centro del plato y sitúas encima una albóndiga cortada por la mitad.

¡Una vez más te deseamos buen provecho y hasta la próxima!


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