120′ ¦ 8 panes de 80 gr. c/u ¦ dificultad
Existen muchas historias sobre el origen de este pan tipo “Bretzel” y todas esas historias tienen algo en común. Supuestamente, la elaboración de la primera tirada de “Bretzel” fue pura coincidencia. Parece ser que una de las piezas de masa entró en contacto con hidróxido de sodio y luego cayó en un cubo lleno de agua caliente. El “Lauge” (especie de lejía) se utilizaba antiguamente para limpiar los hornos y las bandejas donde horneaban el pan.
Sin embargo, si esta historia es realmente cierta o no, no se sabe al 100%. Lo que sí se sabe es que éste tipo de pan es parte de la tradición de la mesa del desayuno del sur de Alemania y Suiza.
En Europa se conoce con diversos nombres, como Laugenweckle en Suabia, como Silserbrot en Suiza o Laugenweckerl en Austria y se come con salchicha, chorizo, queso, mermelada o mantequilla.
Este tipo de pan será siempre una buena elección para una comida deliciosa y apetitosa en la mesa muchos comedores.
El procedimiento de cubrir la masa con la solución de hidróxido de sodio al 5,3% no es muy recomendable, ya que, aunque crea una corteza con un aroma y sabor muy agradable, es una sustancia altamente corrosiva y por lo tanto un tanto peligrosa, por lo cual no está disponible para uso doméstico.
Hoy en día se utiliza el bicarbonato de sodio simple (backing soda) o el Natrón, los cuales se consiguen en cualquier supermercado o farmacia y obtenemos un resultado igualmente muy gustoso y seductor.
¡A nosotros este tipo de pan nos fascina !!!! Por mi parte, no puedo ver uno mal parado, porque me lo como enterito y no regalo ni un solo pedacito …
INGREDIENTES PARA LA MASA:
- 500 gr. de harina de trigo de fuerza
- 11 gr. de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 250 a 300 ml. de agua a temperatura ambiente
- 25 gr. de levadura fresca de panadero o 1 sobre (7 gr.) de levadura seca de panadero
- 40 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
INGREDIENTES PARA LA CORTEZA:
- 3 cucharadas (60 gr.) de bicarbonato de sodio normal y corriente
- 2 litros de agua
- sal gruesa, comino de prado en granos (Kümmel), semillas de ajonjolí o queso parmesano rallado para decorar
Tablas de equivalencias de ingredientes líquidos e ingredientes secos.
Utensilios que puedes necesitar para esta receta.
PREPARACIÓN:
En un recipiente pequeño coloca la levadura fresca o la levadura seca, la cucharadita de azúcar, tres cucharaditas de harina de trigo y 300 ml. de agua a temperatura ambiente. Mezcla bien y deja reposar por unos 15 minutos. Verás que la levadura empieza a tener actividad, comienza a crecer, genera bastante espuma y se convierte en una crema.
En un recipiente grande aparte, mezcla la harina de trigo, la sal, la mantequilla a temperatura ambiente y la levadura activada, y con la ayuda de una amasadora de mano eléctrica, integra todos los ingredientes y amasa durante 15 minutos a velocidad media. Verás como se formando una bola compacta. Si la masa está aún húmeda, agrega un poco más de harina de trigo hasta que te quede elástica y manejable. Introduce un dedo en la masa y si tu dedo queda limpio, significa que la masa está lista. Déjala reposar por una hora tapada con un trapo de cocina limpio en un lugar tibio. Verás como la masa dobla su volumen. Este procedimiento garantiza que la masa no se resquebraje y permanezca húmeda y brillante.
Una vez pasada la hora, esparce un poco de harina de trigo sobre una superficie limpia y comienza a amasar por unos 10 minutos. Haz un cilindro de donde comenzarás a sacar y a formar bolas de aproximadamente 80 a 90 gr. cada una.
Coloca las bolas en una bandeja y las dejas reposar nuevamente tapadas en un lugar tibio durante 30 minutos.
Precalienta el horno a 180ºC / 350ºF (arriba y abajo).
En una olla grande vierte 2 litros de agua y el bicarbonato de sodio. Calienta el agua pero no dejes que entre en ebullición.
Introduce las bolas por 30 segundos dentro del agua. Deja que se mojen bien por todos lados. Saca las bolas del agua con un colador o espumadera y coloca de nuevo las bolas de forma separada y ordenadamente en una bandeja para hornos previamente preparada con papel antiadherente.
Con una tijera o un cuchillo bien afilado, has 2-3 cortes no muy largos en la superficie de los panes, esparce sal gruesa, semillas de ajonjolí, comino de prado (Kümmel) o queso parmesano rallado por encima y hornea durante 20-30 minutos o hasta que veas que los panes han adquirido un color pardo intenso. También puedes probar dándole golpecitos en la barriga y si suenan hueco, es que tus panes están listos.
Sácalos de horno y déjalos enfriar sobre una rejilla.
El primer mordisco de pan que te comas es el más rico. Corta el pan por la mitad. Verás como todavía sale humito. Úntale bastante mantequilla por encima y deja que se derrita un poco. Muerde un buen pedazo y cierra los ojos cuando mastiques y sientas el sabor, la textura y el aroma de este rico pan.
Cuando esté frío lo puedes meter en bolsas plásticas para alimentos y los puedes congelar. De ésta manera, siempre tendrás un rico pan, hecho por ti, del cual te deleitarás siempre. UMMMMHHHH ¡!!!
¡Una vez más te deseamos un buen provecho y hasta la próxima !!!
El bretzel preparado con sosa caústica es perfectamente seguro, el secreto está en la solución y en la reacción química que se da con el CO2 de la fermentación del pan. Se produce un carbonato que es completamente inofensivo… El bretzel preparado con bicarbonato no se acerca en nada a los auténticos.
Se ven suculentos y al parecer muy fáciles de hacer, los voy a probar con nigella, comino, hinojo y bueno cualquiera de mis especias mágicas!!!
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Aunque se pueden hacer unas Bretzeln con bicarbonato sódico, el resultado dista mucho del de unas autenticas Laugenbretzeln, preparadas con sosa. Hay suficiente con una solución de sosa al 3%, la cual ya no es realmente cáustica, sino deja una sensación jabonosa pero no quema si tenemos cuidado y nos lavamos las manos después de haber entrado en contacto con ella (hablo desde la experiencia). También hay que tener en cuenta que en este caso no se debe calentar la solución, sino utilizarla en frío (igualmente sumerger la bola unos 30 segundos). El resultado es espectacular, nada que ver con el del bicarbonato!